EUCALIPTO
EL EUCALIPTO
Eucaliptus globulus Labill
Familia Myrtaceae
DESCRIPCIÓN
El paseo nos conduce a la Avenida de la Diputación, flanqueada en una de sus orillas por tres grandes Eucaliptos, que no forman específicamente una alineación ya que, sobre todo uno, está ampliamente separado del resto. Sus altura se acercan a los 8 metros y sus diámetros de tronco sobrepasa el metro y medio, dejando ver una corteza pardo grisácea que, en algunas zonas, se desprende enérgicamente del tronco principal, lo cual nos da una pista sobre su avanzada edad. Aunque quieren mostrar su jovial rectitud, se puede apreciar una ligera torsión de los troncos y, en uno de ellos es de señalar cómo una parte gruesa y seca de ese tronco principal ha sido absorbida y rodeada por su flamante sustituto estructural. Su porte se manifiesta irregular y algo aplanado, habiendo perdido ya su inicial porte cónico característico, con ramas primarias y secundarias bien diferenciadas que soportan una copa oscura y medianamente densa gracias a sus hojas definitivas, alternas y colgantes con largos pedúnculos que balancean su forma lanceolada. Sus flores solitarias, como solitarios ellos en el margen de esta vía, se transforman en unos frutos globulosos. Estos árboles majestuosos no parece que reciban especiales atenciones, ni en cuanto a poda ni a otros menesteres, al contrario que su parientes de la Plaza de España, sobre los que se continua usando la técnica del desmoche. Sus raíces son profundas y tienden a ramificar en profundidad, pero en la carretera se observa un ligero levantamiento del asfalto y su entorno se muestra sucio y descuidado, pudiendo observar algunos pesares en su tramo inferior. Aunque es un constante explorador en busca de agua, esta especie quizás es la menos ávida entre sus parientes.
TEXTO
El personaje que nos encontramos en este paseo es un árbol, de origen Australiano, con no muy buena fama, pero sobre el que hemos de lanzar una voz a su favor cuando lo abordamos siendo conscientes de que no es la misma la apropiación que hacen del agua unos árboles aislados o formando una corta alineación, que una plantación con numerosos ejemplares. Es un majestuoso árbol ornamental, por su porte y su talla y por el verdor de su copa. Es posible que parte de la finalidad de los Eucaliptos sobrevivientes en esta Avenida de Armilla pudiera haber sido la de cortavientos, aunque es de reconocer a su favor, que no se encuentran en el más óptimo de los ambientes para su calidad de vida, ya que sufre tanto con la sequía de la ciudad, cada vez más prolongada, como con las heladas de la misma, cada vez menos frecuentes.
Sus hojas lanceoladas y aromáticas son rayos de luz que permiten, cuando nos situamos frente a ellos de manera pausada, que nuestra mente se aclare. Quizás, a la vez que esquilman el suelo de humedad son capaces de hacer desaparecer rencores y mentiras. Eso de tener mala fama, les permite tener una personalidad propia, ajena a las opiniones de los demás, y así lo demuestran desarrollándose con la delicadeza y esplendor con que lo hacen y ahí los tenemos, sobrios y solitarios, pero con una vitalidad contagiosa a pesar de su estado descuidado, que demuestra cuando observamos cómo se regenera constantemente.
Sin embargo, no es ajeno a mejorar otras condiciones ahora importantes para nosotras, absorbiendo más de 300 kg de CO2 por año y proporcionando una sombra asequiblemente fresca en su entorno inmediato, reduciendo los efectos de isla de calor. Es cierto que no se lo ponen fácil a otras especies ya que acidifican el suelo que ocupan, pero las que consiguen adaptarse se aprovechan de los beneficios de su compañía en forma de esencias repelentes de insectos, de regulación del exceso de humedad edáfica y de sombra protectora frente a insolaciones severas. Como muchas personas de personalidad difícil que, con el tiempo, se convierten en amistades fieles y constructivas.
Como si quisiera hacer las paces con nosotras nos aporta remedios sencillos y agradables cuya finalidad es la de ayudarnos a ir recuperando la salud en los momentos de enfermedad. Baños con sus hojas para desinfectar la piel y vahos para descongestionar anginas y catarros y ayudarnos a soltar hasta aquello que tenemos guardado y no nos hace bien. Su esencia nos ayudará a repeler más de un insecto en nuestro paseo.
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